Si eres un amante de los buenos vinos, Andorra es tu próximo destino. Entre sus montañas engendran vinos de altura con diferentes toques y variedades de uva. Hoy te presentamos 3 vinos de nuestro país y los viñedos que los ven nacer.
Evolució, de la Casa Auvinyà
En el pueblo de Auvinyà, situada 1.200 m por encima del nivel del mar, se encuentra la bodega Casa Auvinyà. Sus 5.000 vides han llegado a producir 1.500 botellas de vino, tanto blanco como tinto. Uno de estos vinos es Evolució, un vino tinto muy variable, que cambia su composición (tipo de uvas utilizadas) o proceso de fabricación en cada cosecha, dando como resultado notas diferentes en cada añada.
Evolució fue en el año 2009, el primer vino tinto de Andorra, después de descansar 3 meses en barrica y un año en botella. Éste se creó a partir de la variedad de uva Pinot noir, al igual que en las cosechas del 2011 y 2012. Dos años después de la primera producción, se decide cambiar el tiempo de reposo en botella a 9 meses. Es en ese mismo año en el que se decide producir una segunda tanda de Evolució, esta vez con uvas Syrah y con un reposo de 6 meses en barrica y 1 año en botella.
Escol, de la Borda Sabaté
Este proyecto familiar se desarrolla una antigua borda andorrana del sur del país, propiedad de la familia Sabaté desde 1944. El terreno donde se elaboran sus vinos se sitúan entre los 1.100 y 1.190 metros de altitud, aprovechando así tanto las condiciones más moderadas climáticas como su situación geográfica.
El vino blanco Escol es uno de los producidos a más altitud por esta bodega. La cosecha de 2011 dio como resultado un vino intenso y ácido y fue galardonada en 2014 con la Commended Medal del prestigioso concurso de vinos International Wine Challenge. Tanto la variedad de uva utilizada, 100% Riesling, como su reposo, dan a este vino aromas de frutas y flores blancas, que dejan paso a caramelos de miel hacía el final.
Cim de Cel, de Casa Beal
En los viñedos de la Casa Beal, situados entre 1.050 y 1.100 metros de altitud, se practica una vitivinicultura biodinámica. Este proceso consiste en tratar la viña con diversas técnicas según las fases de la luna. Es así como consiguen producir el vino Cim de Cel, el resultado de una maduración perfecta tanto de la fruta como de la planta.
Después de 100 años de ausencia de Andorra en el mercado enológico, Cim de Cel, producido a partir de la variedad de uva Gewürztraminer, fue el primer vino de altura producido en nuestro país. Este vino blanco fresco y aromatizado, gracias a su reposo a baja temperatura, tiene el equilibro perfecto entre los azúcares y la acidez. Su pelicular sabor aporta a la mesa aromas de frutas exóticas y toques de pétalos de rosa.
Ven a Andorra y saborea todos los vinos producidos en sus montañas. En el Hotel Piolets Park & Hotel, además de organizarte las visitas a los viñedos, podrás catar algunos de estos vinos mientras cenas disfrutando de las vistas a la montaña.